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la cresta de Limo

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Minuto uno. Remito a la zurda a una dirección: Carne de psiquiatra. Ayer le comenté esa posibilidad. También lo hablé con su marido pero antes, a la tarde. Después de que él se matriculase en esa escuela y nos dejase poca elección en los días para nuestra actividad deportiva que tendrá que limitarse sólo a dos, los martes y los jueves. Yo he aumentado de volumen un algo desde que abandoné el ejercicio físico hace casi tres meses y la zurda algo más que yo porque ella reparte peor sus líquidos y sus grasas. Y un ejemplo de su inestabilidad es que la crisis que tuvo ayer estaba anexada al hecho de que su cuñada se había puesto a tratamiento con un médico y había perdido esos ocho kilos que ella tanto ambicionaría perder. Pero son etapas, en las que la envidia, el peor mal de la zurda, se le enquista en el ánimo y lo cierto es que la cuñada es auténticamente insoportable. Ayer quise presentarle a V. a la zurda pero ella lloraba en la terraza en  la que estábamos tomándonos aquellas infusiones, la mía con mucho hielo para combatir el bochorno pegajoso que me había hecho insufrible la tarde, y no me atreví a contradecirla. Hace unos minutos le he explicado que hay una diferencia grande entre su familia (ellos están convencidos de que está medio loca) y yo. Ellos quieren que cambie para que termine por plegarse a su adaptación y yo quiero que busque ayuda profesional porque necesito que se sienta mejor y aunque eso  le suponga una orogénesis parecida.
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Y Kepa me escribe... Y maría me escribe... Y ese hombre de labios finos y mirada inteligente con el que contacté después de descubrirle en aquel documental también me escribe... un Telegrama. Dice que me Siente y que le Llego pero que su actividad profesional e íntima es por completo absorbente en estos momentos y que mientras tanto me imagina. En una gimnopedia, dice.
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Las gimnopedias eran unas celebraciones espartanas, como espartana declaró ser su iniciación con Saramago. Y yo por supuesto no le doy prisas. Te espero, le digo.
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De hecho parece que las he perdido. Hablo de mí y de mi proverbial impaciencia para todo.  Y en lo que también me achico es en aquel ¡No! grotesco con el taché al chico de la pista. Y desde ayer tenemos una cita pre-programada aproximadamente para dentro de quince días. Sí, como si fuera una cirugía ambulatoria. Le voy a extirpar el sentido del control y esa será su segunda lección de vuelo sin motor y por supuesto sin paracaídas. En la primera hubo sangre que manó de un modo impertinente e intempestivo. Estás sangrando -gritó horrorizado. Pero quién le mandaría mirarse la polla mientras jodía. Es que aquello sí que era un polvo y punto. Y bueno sí,  para mi gusto hubo  demasiada saliva y bastantes prejuicios machistas  pero también mucha excitación y entusiasmo por parte de él que compensaba. Y una explosión mía de carcajadas, luego, al darme cuenta de lo gracioso que me resultaba todo, y  que casi va a dar con nuestros huesos en aquella curva de la carretera por la que volvíamos. ¡Qué susto me metiste! -exclamó llevándose la mano, desencajado su rostro, al corazón. Pero después ya pareció tranquilizarse porque dentro de lo desgraciada que la aventura había resultado yo no podía dejar de reírme. Pero él me consta   que  siguió  preocupado durante días y semanas porque el sexo había sido tan brutal que temía haberme provocado algún daño irreversible, aunque yo sabía que no, que sólo había sido una Señal de Stop bien gorda. Sucedió en diciembre del año pasado. Pero ahora no sé por qué me apetece ese nuevo intento con él. Quizás porque le he cogido gusto al asunto de la batuta. Es que creo que como directora de orquesta no tengo precio y añoro mucho ese gemido del oboe que no figura en ningún concierto escrito. ¿Me acatarás en todo? -le pregunto. Y él duda unos instantes mientras yo le miro fijamente y sin perderme uno de sus trinos a través de los resquicios de la verja de acero que nos divide.  Ës que me pide compasión mucho antes siquiera de haber comenzado y sus ojos son un poema, como se dice. Me lo cuentan todo. Y a mí me fascina en ese minuto esa primaria  y egotista verdad suya . Lo temerosa que le parece su aproximación incauta a ese abismo que yo soy en lo  desconocido. Pero no me harás daño, ¿verdad?. Me resultaría patético si ese jovencito fuera otra cosa que no fuese ese niño. Es que a duras penas ha cumplido los veintiseis y su programa favorito después de los deportes es esa cosa que ponen en televisión y que sigue o siguió media España pero que yo nunca he visto.. Que si le haré daño me pregunta, párvulo, un tiarrón grande como un armario y de más de metro ochenta y cinco. Pero no te dará vergüenza gigantón. Si  David en tu caso soy yo. Por dios, si este crío (se llama David) me va a matar de la risa. Y a lo mejor es eso lo que me atrae. La funesta grabación que va a resultar ese polvo en diferido. Pues hoy tienes cara de mala -continúa. Sí, hombre de mala de película. Ni siquiera sabe descifrar el oscuro ángulo de mi perversidad. Y por eso, afortunadamente,  le mantendré a salvo. Por eso y porque dentro de lo poco honesta que es su postura... siempre me recuerda que si me ve por la calle y le acompaña su novia no podrá saludarme, y que no quiere que yo piense... Vamos, algo que muchos deberían aprender en vez de considerarse sin motivo y contra toda lógica de lo humano tan irreprochables y tan Decentes
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Y por fin mi abuela se ha dejado caer por el mecánico dentista. Cuando estamos en el portal esperando a que nos lo abran y yo rebusco en el bolso deseando que se materialice ese mechero precario que nunca encuentro, el que lo hace es V., acompañado, imagino, que de una de sus redactoras, y me sonríe. Me has salvado la vida, le digo. Pero él me responde que no lleva fuego encima y yo me doy cuenta de que V. es de los que ganan en simpatía cuando les conoces más.  Luego, cuando el de las gafas y la amabilidad se hace cargo de esa anciana que ya a duras penas logra caminar... me bajo a la calle a gastar en la intimidad de una iglesia esos veinte minutos. Pero, en esta ciudad al menos, los curas deben tener un concepto un tanto peregrino de lo que es la casa de Dios. Y esa puerta también está cerrada a cal y canto, como todas las demás. Así que acabo por sentarme en una mesa lo bastante distante de la que ocupa V. con su redactora y que acababa de enviarme un mensaje avisándome de haberme visto pasar. Pero tampoco le miro, o sea,  que no ta vayas a  pensar que fue aquello que tanto gusté de hacer contigo. Y por cierto, acabo de leer esta frase que tiene tanto que ver con nosotros o entonces quizás es cuando lo he comprendido:
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"La ausencia extingue las pequeñas pasiones y hace crecer las grandes, igual que el viento apaga una vela y aviva un fuego"
      François de La Rochefoucauld, (1613-1680), escritor francés
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Y una cosa que me resultó curiosa... cuando luego en la calle,  y después de haberme entretenido tanto rato frente aquel escaparate con precioso  e inspirador mobiliario de casas de muñecas, mi abuela miró la piedra que llevaba colgada al cuello dijo: Antes creí ver que llevabas un Santo Cristo  y me extrañó porque tú nunca te pones cruces. No, y ella es bastante racionalista y aunque en el fondo sólo sea una comunista contradictoria que reza. Y si tuviera mucho espacio y también mucho dinero creo que me haría con una habitación sólo para esas hermosas mansiones imaginarias, porque inconscientemente elegí un piano y no otro, y un aparador, y una vajilla de porcelana en la que se incluía un primoroso juego de te y una magnífica cama con dosel... Pero entonces quizás también querría una hija, y luego o puede que hasta antes hubiera comenzado a pensar en el amor de un modo diferente. Y en realidad yo para mi casa y sus cosas soy de lo más despreocupado. Así que... por qué diablos mi abuela no puede llevar grabados a sangre y leña los principios más republicanos en la conciencia y luego entre sus almohadas orar desde lo más íntimo del pecho por la letanía que sea.

3 comentarios

María -

Hoy ya pude leer con los pies más en la tierra...

Me reí con lo de David y la "directora de orquesta"... sagitariana... Mr X es sagitariano, y director de orquesta... sólo que se encontró con una que es un poquitín revelde...

Y del resto... el lugar está, justamente, en tu mente...

Todavía no estoy totalmente lúcida, así que... dejo el divague para otro momento.

Un besote enorme, Señora

Devorador de montes -

"Todos los años, durante diez días, tenían lugar las gimnopedias en dónde la juventud de Esparta competía y bailaba completamente desnuda"

pues a mi me resulta interesante. Ya no sabemos divertirnos como lo hacian antes. Una pena.

Besos

LOLA CALIENTE -

HOla Limo ... tu historia de hoy en tantas fases me ha gustado mucho leerla ...

Ay esas cuñadas y sus putas envidias ... yo por suerte parece que voy esquivando los malos tragos que me produce encontrarme con la mía ...

en fin ... hoy me he acordado de ti ... tu me entenderas seguro ... he tenido unos días el coche en el taller y he ido notando en uno de los mecanicos palabras y reacciones muy cargadas de calor y pasión ... en estos dos dias me ha llamado varias veces con excusas ... hoy cuando he ido a recoger el coche me ha hecho un cortejo digno del rey de la selva ... el tio en cuestion es muy macarra , pero con un algo que me ha encendido ... no es ni lo que ha dicho ni como lo ha dicho ...era algo mas que su cuerpo desprendía que me ha llegado de lleno ...

y eso , que quería contartelo supongo que nadie mas lo entenderá pero me ha puesto una sonrisa en todo el cuerpo que aún la llevo encima ... vamos que estoy encantada ....



y otra cosita , mis intrigas ... te adelanto ...seguramente nos hagamos con una casita cerca de Asturias , en un lugar precioso entre naturaleza ... tardaran dos años en hacerla pero estoy muy ilusionada ... de ahi todo mi rollo de los zapatos nuevos ....


te mando besos :))