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la cresta de Limo

- vi -

Hablar del Miedo con él, en un bosque, en su bosque, en el bosque al que él quiera llevarme, en la noche, en cualquier noche.
 Abrazados en el Miedo, entre el Miedo, para destruir el Miedo, Convocándolo...
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Y por eso me dirijo hacia el pasillo de literatura escrita en lengua inglesa, con la esperanza de que la obra de Philip K. Dick, '¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? me espere entre sus anaqueles. Pero ayer no soy capaz de dar con ella. Y lo revuelvo todo de arriba abajo, pasando mi índice por cada uno de los lomos de las cientos de libros que conviven caóticos en esa esquina que conforma la letra D. Pero ayer, lo dicho, no lo encuentro, algunos otros suyos sí, pero es por ese por el que quiero comenzar, y en el que probablemente me detendré... y hay un instante en el que giro mi cabeza hacia atrás, porque es como si presintiera que unos ojos manosean mi cuerpo y acierto. Un joven de unos 24 años que espera a que su madre elija  algún libro. Pero ya lo hago cuando mi concienzuda búsqueda por los bajos fondos de la librería ha concluido, entonces me incorporo. Estaba en cuclillas desde hacía rato y la estrecha minifalda se me había quedado reducida al tamaño de un cincurón ancho, casi a la altura del culotte. Entonces elijo  algo de Isak Dinesen, por el nombre, 'Ehrengard' y por lo que dice luego en la contraportada: '... uno de sus relatos más extensos y ambiciosos, y quizá el más acabado y desconcertante, el más engañoso. Aquí la prosa de una autora que hablaba como la lluvia ...'. Es un cuento. Y cambio de sección, arte y pintura. Renoir, el impresionista que sonríe a la vida y a la belleza. Y éste porque en algún hotel tomada de la mano del hombre con las horas contadas nos hemos detenido ante la reproducción  de algún cuadro suyo y ...  y Friedrich, de la colección Taschen, por un motivo similar... claves entre nosotros, o claves sólo suyas... de las que tal vez yo quise apropiarme o compartir...  pero que inevitablemente pasaron a conformar el espíritu de mi vagaje emocional en relación a él, aunque eso sí en forma de lagunas y enaguas de palabras que deseo resolver. Y hay una exposición de pinturas  en el salón de la entrada. Pero cuando me he detenido frente a la segunda, una llamada de la zurda me interrumpe y salgo a su encuentro. Y un nuevo hallazgo. En una tienda de artesanía celta en la que busco algún regalo para ella y sobre todo ese colgante en plata para mí, que él dijo que me iría... descubro la quiastolita, un silicato de aluminio, una variedad de la andalucita, con una hermosa y atrayente característica... en ella encuentro por fin mi trébol de cuatro hojas. Y luego es James Blunt desde el televisor, desnudándose, mientras la zurda fracasa en su intento de reservar mesa en el local que ha elegido,  para que un grupo de seis mujeres  desconocidas entre sí... celebremos su cumpleaños, y tratando de seducir a ese hombre que a pesar de ello le dice que tal cosa es imposible. Y también hablamos de una visita futura a esa ciudad de hormigas y  hormigón donde a mí me espera una noche más de Vida.

3 comentarios

Kmpa -

Gracias por tus palabras, volveré a pasar por aquí, a leer(te) más despacio...

Interesante lugar éste :)

Kmpa -

Gracias por tus palabras, volveré a pasar por aquí, a leer(te) más despacio...

Interesante lugar éste :)

luis -

En primer lugar, gracias por tu visita.
Me gusta mucho Blade Runner, a pesar de ser de acción. El diálogo que citas es sublime, resulta curioso como un replicante llega a dar lecciones de vida a un humano.
Besos